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lunes, 21 de enero de 2013

Capítulo 1.


Capitulo 1.

Miré hacía el reloj impaciente, el tiempo pasa demasiado lento y yo estoy bastante ansiosa por salir de la clase. Hoy llega mi padre de Houston, ha estado fuera durante tres semanas, y nos ha dejado solas a mí y a mi hermana Jane… Me ha hecho demasiada falta, él es único hombre en el que puedo confiar, él ha sido para mí el mejor padre y la mejor madre, todo en uno. Mi papá siempre tuvo una carga gigante, desde que nací… más o menos, ya que mi mamá falleció unos meses después de mi nacimiento, así que no la conocí, pero mi hermana Jane.. Tuvo dos años con ella, a veces la veo llorar demasiado, con la foto de nuestra madre en sus manos, no tengo nada de recuerdos de ella, pero era claro que me habría encantado estar con la persona que me dio a luz, y que me compartiera tantas cosas que mi Padre a veces no puede explicarme… Por fin, el timbre para salir de clase sonó y salí de mis pensamientos, con algo de prisa guarde mi cuaderno y plumas en la mochila, la colgué sobre mi hombro y salí como un rayo por el umbral de la puerta. Corrí ágilmente por los pasillos esquivando a estudiantes apenas saliendo de los salones o a otros que solo se quedaban por ahí para platicar, choque varias veces con las personas. Llegue a la entrada principal y salí, me dirigí a el estacionamiento, y saque las llaves de mi mustang , el hermoso auto del cual estoy algo enamorada, podría pasar como un novio, tiene varias fallas a veces y hace que me frustre, y bueno.. Aun así lo amo, es un stang clásico convertible en color rojo. Una vez que saque las llaves de mi mochila, entre al auto, y cerré la puerta, coloque mi mochila en el asiento de acompañante e introduje la llave en el Switch, y conduje hacía mi lindo hogar… Llegue y me estacione enfrente de la casa, al parecer Jane no había llegado aún, su lindo y costoso beetle estaría tapando mi lugar de estacionar, como suele ocurrir siempre. Cerré el switch y tome mi mochila y la coloque de nuevo sobre mi hombro, cerré la puerta y después le puse llave… Camine dando varios saltitos hacía la puerta de mi casa, cuando estuve en la puerta, abrí y me adentre cerrando la puerta a mis espaldas, observe que todo estaba muy quieto, y fruncí el ceño ligeramente, lance mi mochila hacia el sillón y tome el teléfono de la mesa de un lado, marque el número de Jane y esperé a que atendiera… pasaron los primeros tres ‘bips’ y no atendía… Atendió al quinto.

- ¿Jane? ¿Dónde estás? Papá aún no ha llegado a la casa –
 Me dirigí a la cocina.
- Estoy justo en el aeropuerto, Papá está recogiendo su equipaje, su vuelo se retrasó  una hora, llegamos en treinta minutos – colgó. 
Oh gracias Jane… 
Negué con mi cabeza ligeramente
No podía esperar para ver a papá ¿treinta minutos? ¿Esperar treinta minutos más? No creo soportarlo tanto.
Caminé a la cocina, y me dirigí a la alacena Tome un vaso y me serví un poco de agua natural, la bebí y me serví un poco más.
Realmente ansiosa, si eso estoy, cuando me pasa no puedo parar de tomar agua..
Suspiré, y deje el vaso en el lavatrastos, fui hacía la sala de estar y me acomode en un sillón donde había arrojado mi mochila, saque mi celular y verifique la hora, apenas habían pasado tres minutos desde que había marcado a mi hermana, resople y mordí mi labio. Saque un cuaderno de mi mochila y el libro de historia y comencé a hacer un resumen sobre la segunda guerra mundial. 
Estaba bastante aburrida, pasaron quizá una o dos horas, no lo pude saber porque me quede dormida haciendo tarea, cuando desperté estaba oscuro todo, y ya no estaba en el sillón de la sala…
Me senté de golpe y mire a mí alrededor, mi habitación ¿cómo llegue aquí? Me dije a mi misma, alcé una ceja algo confundida, y miré hacía el reloj, 10:30… Luego recordé ¿papá? ¡Papá está aquí!  Sonreí, y me levante de la cama con un gran salto, abrí la puerta y salí corriendo hacia abajo, cuando estuve abajo había luz en la cocina, sonreí ansiosa y llegue a la cocina, encontrándome con la espalda de mi Padre, lavaba los trastos al parecer

-         ¡PAPI! – salte a él y me columpie en su espalda - ¿A qué hora llegaron? ¿por qué no me despertaron?
-         ¡Lauren! ¡Espera! – dio un paso hacia atrás, colocándome en la barra donde comíamos, yo senté sobre ella – Hija, estás muy pesada, eh – rio
-         Perdón… - Dije apenada –Pero es mejor que me respondas – lo rete, él se puso frente a mí y se recargo en el lavatrastos cruzándose de brazos
-         Llegamos como a las tres y media o algo así, pero te encontramos dormida con el libro y cuaderno en el piso, me alegra que pongas esmero en tus trabajos escolares, además de que dormiste un buen rato – Rio nuevamente y yo reí también
-         Es que, no pude dormir bien anoche y no lo sé, historia no es la materia más entretenida – sonreí con dulzura, y luego me incline y lo abrace – Te extrañe tanto, Papi – Esta vez me regreso el abrazo, con fuerza pero delicadamente, acarició mi cabello.
-         Yo también, cariño, yo también… Tú y Jane me hacían mucha falta, no estamos acostumbrados a estar lejos – Se separó para mirarme, y note un poco de melancolía en su voz y suspiré bajando la cabeza, él lo noto y tomo mi mentón subiendo mi mirada hacía él –Pero no pasará más… Por qué nos mudaremos todos juntos a Inglaterra – Al escuchar lo que decía abrí los ojos como plato
-         ¿Qué Inglaterra? Pero… eso es muy lejos, se supone que fuiste a Houston porque estaba más cerca de aquí, pero no entiendo – Lo miré atónita
-         Mira cariño, no puedes entenderlo ahora… Solo debes aceptarlo –  Cerré los ojos algo desesperada
-         Papá tengo dieciséis no soy una niña de siete, ya no más, dilo lo entenderé –
-         No, te lo dije ya… Lo sabrás luego, ahora ve a dormir, ya es tarde Y no quiero discutir más al respecto Lauren –
-         Pero Papá… - Di un pequeño Grito
-         Hija, a tu habitación – Dijo de manera calmada, y tan solo refunfuñe y me fui con los brazos cruzados.

Ya no soy una niña de siete años, indefensa y estúpida, puedo entender las cosas… ¡Agh! Me harta que mi papá piense eso de mí.
Subí las escaleras, y me fui a mi habitación, cerré la puerta de un golpe y saque mi pijama del armario, fui al baño y me di una ducha rápida… Cuando salí, estaba cambiada y lista para dormir, me introduje en la cama y me cubrí con las sabanas, aún estaba muy molesta… ¿Inglaterra? ¿Qué mierda iremos a hacer en Inglaterra? ¡agh! Maldita sea la humanidad.